Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del País Vasco advierte que la práctica de ejercicio físico no neutraliza los efectos de la mala alimentación, sobre todo relacionada con el consumo en exceso de grasas en la dieta, pues conlleva un aumento de la grasa abdominal.
Un estudio ha concluído que un porcentaje escesivo de grasa en la dieta de los adolescentes da lugar a una mayor acumulación de grasa en el abdomen., con independencia de las calorías totales consumidas y de la actividad física realizada.
El estudio se ha realizado en un grupo en que la prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado considerablemente en los últimos años.
La acumulación de grasa en el abdomen está considerada como la más perjudicial para la salud, ya que incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus, hipertensión arterial e hipercolesterolemia, entre otros.
Los adolescentes son un grupo de riesgo en cuanto a estilos de vida se refiere, ya que comienzan a tomar sus propias decisiones con respecto a lo que quieren o no comer y muchos de ellos dejan de hacer deporte. Además es una etapa crítica en el desarrollo.
Muchos autores han demostrado que las dietas con excesivo aporte de grasas incrementan el riesgo de obesidad, incluso sin aumentar el aporte calórico total, lo que supone que el porcentaje alto de grasas en la alimentación conlleva un aumento del porcentaje de la grasa abdominal.
A pesar de que normalmente el ejercicio se considera como un factor de prevención, en este caso no consigue contrarrestarlo.