¿En qué consiste la luz pulsada?
La luz pulsada consiste en la emisión de una energía lumínica que se concentra en diversos tejidos según el filtro de corte que se utilice, esto es, según la longitud de onda que escojamos, la captarán diversos colores o pigmentos, produciéndose calor.
¿Para qué podemos utilizar la luz pulsada?
Se utiliza fundamentalmente para el foto-rejuvenecimiento facial. Con el paso del tiempo y la exposición al sol, el colágeno se degrada y se desestructura y las fibras elásticas disminuyen en número. El colágeno envejecido tiene un color amarillo que es el que capta la energía lumínica, produciéndose un calentamiento que sirve como estimulación para la formación de nuevo colágeno.
También con el paso del tiempo y el efecto de la exposición al sol, aparecen manchas e hiperpigmentaciones por acúmulo excesivo de melanina. Es esta melanina la que sirve de diana a la energía, de manera que el calor la destruye, haciendo que la mancha disminuya o desaparezca.
Así mismo podemos utilizar la melanina del vello corporal como órgano diana para conseguir el efecto de foto-depilación.
Cuando existen venillas o telangiectasias en los pómulos y aplicamos la luz pulsada, el pigmento que capta la energía es la hemoglobina que hay dentro de los capilares. En este caso, el calor producido hace que dichos vasos se cierren.
De esta forma se consigue un efecto de rejuvenecimiento cutáneo no abrasivo.
¿Cómo se establece el tratamiento con luz pulsada?
Se realiza una sesión cada 3-4 semanas, con un mínimo de 4-6 sesiones. El tratamiento se puede repetir a los 6 – 12 meses, como mantenimiento.
Si hiciesen falta más de 4 sesiones, se realizan con una periodicidad mensual hasta solucionar el problema.
Es aconsejable acompañar el tratamiento de luz pulsada con cremas en casa despigmentantes, reafirmantes o antioxidantes según cada caso.
Durante el tratamiento no debe tomarse el sol 2 semanas antes y después de la sesión debiendo utilizarse una crema de alta protección solar.